jueves, 14 de mayo de 2015

danza el currulao

EL CURRULAO
Baile de ascendencia africana propio del litoral Caribe. Fue introducido en tiempos pretéritos a lo largo de las orillas del río Magdalena por pescadores de un teleósteo denominado mapalé. En sus orígenes fue una danza de labor ejecutada en las noches y amenizada con toques de tambores yamaró y quitambre, las palmas de las manos y el canto. Con posterioridad se produjo una transformación de su temática, atribuyéndole un énfasis de regocijo con carácter sexual y asignándole la evolución frenética que hoy presenta. La coreografía actual mantiene rasgos de su esencia africana en la parafernalia, tanto en el vestuario, que es en extremo sencillo, como en la presencia del machete, instrumento de trabajo utilizado para el procesamiento del pescado. Hay unas definiciones difundidas, algunas de las cuales indican que el ritmo proviene de un festival por la abundancia de un pez.
Es un baile afrocolombiano que surgió en la costa del Caribe colombiana gracias a la influencia cultural de los esclavos africanos traficados durante la conquista de América. El conjunto o ensamble musical consta de tambor alegre, tambor llamador, guache o maracas y tambora. El mapalé ha sido descrito también como "ritmo del frenesí" y se ha hablado con no menos abundancia de argumentos, de una especie de "brujería" que logra que los bailarines se vayan sintiendo atraídos por algo inexplicable que parece salir de los golpes del tambor o el agudo sonido de una caña, hasta hacerlos caer literalmente hablando, en un desenfreno de pasión, de deseo carnal. Esa es una coreografía muy representada. El mapalé en versión primitiva constituye una bifurcación de los golpes rítmicos empleados para ambientar ritos de diferentes especie entre los negros, de ahí que la versión clásica del ritmo sea percusión sola. Es un sonido que va creciendo hasta lograr por este solo medio el fin propuesto. Como todos los ritmos que ya hemos tratado, el mapalé también se vio de pronto trasladado a los instrumentos de orquestas grandes en la primera mitad del siglo 20, para ser interpretado de una manera que no soñó jamás ninguno de los que pudo bailarlo en aquellas sesiones del pasado más remoto

danza el mapale


EL MAPALE
Baile de ascendencia africana propio del litoral Caribe. Fue introducido en tiempos pretéritos a lo largo de las orillas del río Magdalena por pescadores de un teleósteo denominado mapalé. En sus orígenes fue una danza de labor ejecutada en las noches y amenizada con toques de tambores yamaró y quitambre, las palmas de las manos y el canto. Con posterioridad se produjo una transformación de su temática, atribuyéndole un énfasis de regocijo con carácter sexual y asignándole la evolución frenética que hoy presenta. La coreografía actual mantiene rasgos de su esencia africana en la parafernalia, tanto en el vestuario, que es en extremo sencillo, como en la presencia del machete, instrumento de trabajo utilizado para el procesamiento del pescado. Hay unas definiciones difundidas, algunas de las cuales indican que el ritmo proviene de un festival por la abundancia de un pez.
Es un baile afrocolombiano que surgió en la costa del Caribe colombiana gracias a la influencia cultural de los esclavos africanos traficados durante la conquista de América. El conjunto o ensamble musical consta de tambor alegre, tambor llamador, guache o maracas y tambora. El mapalé ha sido descrito también como "ritmo del frenesí" y se ha hablado con no menos abundancia de argumentos, de una especie de "brujería" que logra que los bailarines se vayan sintiendo atraídos por algo inexplicable que parece salir de los golpes del tambor o el agudo sonido de una caña, hasta hacerlos caer literalmente hablando, en un desenfreno de pasión, de deseo carnal. Esa es una coreografía muy representada. El mapalé en versión primitiva constituye una bifurcación de los golpes rítmicos empleados para ambientar ritos de diferentes especie entre los negros, de ahí que la versión clásica del ritmo sea percusión sola. Es un sonido que va creciendo hasta lograr por este solo medio el fin propuesto. Como todos los ritmos que ya hemos tratado, el mapalé también se vio de pronto trasladado a los instrumentos de orquestas grandes en la primera mitad del siglo 20, para ser interpretado de una manera que no soñó jamás ninguno de los que pudo bailarlo en aquellas sesiones del pasado más remoto

danza los machetes


La Danza de los Machetes
Una de las danzas más típicas y curiosas del estado de Jalisco, México es la “Danza de los machetes”.

Los bailes nayaritas que se bailan con machetes se les conoce como sones potorricos, y en todos ellos el hombre hace alarde de su habilidad con los machetes, ya que se supone son su instrumento de trabajo y su arma de defensa personal. En algunos de ellos, el hombre puede llegar a bailar con los ojos vendados con un paliacate para alardear aún más. Es una danza mestiza que busca contrastar la rudeza del hombre con los machetes y la delicadeza y coquetería de la mujer.
Esta danza es de origen árabe de influencia, originarios cuando España fue conquistada por los moros. Los moros influido no sólo la música (comparar falsete español al árabe en falsete), sino también la aparición de los españoles, ya que introdujo la piel de la aceituna y pelo oscuro y los ojos en las líneas de sangre europea.
VESTIMENTA
Los hombres usan la camisa blanca tradicional en una camisa de color que se ata en los pantalones frente en blanco y con pañuelos en sus cabezas. La vestimenta de la mujer en un traje de flores letra pequeña al estilo ranchero y el uso de un ventilador Huichol en lugar de un rebozo o chal como las mujeres usan Jalisco

danza el caiman cienaguero


EL CAIMAN CIENAGUERO

Las leyendas siempre han formado parte de la vida de los pueblos. En el Caribe esta situación se da en grado superlativo. En ellas, a través de un lenguaje mágico, se expresan con gran espiritualidad e imaginación aspectos importantes de la realidad que nos rodea. Estos relatos de hechos reales, son transformados por la creencia e imaginería popular en fantásticas narraciones de carácter oral.

 
El 20 de enero, día de San Sebastián, se celebran en las poblaciones de la Ciénaga Grande de Santa Marta las fiestas del caimán cienaguero, muy diferente a la leyenda del hombre caimán de Plato. El caimán cienaguero es un festejo con raíces históricas muy profundas, convertido en objeto de estudio por reconocidos investigadores como: Ismael Correa Diazgranados, Guillermo Henríquez, Clinton Ramírez, Darío Torregrosa Pérez, Luis E. Vidal, Javier Moscarella, Martin Orozco Cantillo, entre otros.

 
Se hace necesario conocer el contenido de esta leyenda, de gran valor cultural, para así reafirmar nuestra identidad Caribe. Un 20 de enero, día de San Sebastián, reunidos en el municipio de Ciénaga (Magdalena), un grupo de pescadores procedentes de Pueblo Viejo, pintoresca población construida a orillas de la Ciénaga Grande de Santa Marta, se encontraban en una amena parranda en el barrio “Cachimbero”, nombre derivado del olor a tabaco o cachimba propio de los fumadores, a orilla del mar, en casa de Miguel Bojato, quien vivía allí con su mujer Ana Carmela Urieles y sus dos hijas Juanita y la cumplimentada Tomasita. El padre dispuso que las hermanas fueran al mercado a comprar el ron y la comida para continuar el festejo.

 
En casa de los Bojato todo era alegría, cantaban y bailaban cumbias y puyas, aunque en vista de la tardanza de Juanita y Tomasita un ambiente de preocupación comenzó a apoderarse de los asistentes al jolgorio. De pronto aparece Juanita. Su padre, presuroso, sale al encuentro y con voz entrecortada preguntó: “mijita linda ¿Dónde está tu hermana?”. Juanita lo miró y gritando respondió: “El caimán se la llevó”.

 
Posteriormente, Juanita cuenta que su hermana Tomasita fue a lavarse los pies en las aguas de un brazo de la ciénaga, se distrajo, resbaló y “un maldito caimán se la comió”.
 
De inmediato los asistentes a la fiesta, en su gran mayoría miembros de la Familia Bojato y Urieles, se trasladaron al mercado en busca de Tomasita, con resultados infructuosos. Al que encontraron fue al caimán, dándole muerte con palos y arpones. El reptil, montado en una troja construida con unas varas de mangle, fue conducido a casa de los Bojato acompañado de dos filas de danzantes, una de cada lado del caimán.

Bambuco, historia y tradición
El Bambuco es la tonada base de la región andina, que comprende los departamentos de la zona montañosa ubicada en los tres ramales de la cordillera centro y oriente de Nariño, Cauca y Valle, Tolima y Huila, Antioquia, Risaralda y Quindío, Cundinamarca, Los Santanderes, centro y occidente de Boyacá. Como danza es la más característica de los bailes típicos de la zona, pero tiene rasgos propios en cada región, aunque guardando una cierta similitud.

Es, sin duda alguna, la máxima expresión del folclore andino colombiano. Son muy variadas las versiones en cuanto a su origen, siendo quizás la más generalizada la de su origen africano, sostenida inicialmente por el escritor Jorge Isaacs en su libro "La María" y luego compartida por un importante número de investigadores, folclorólogos e historiadores sobre la música Colombiana.
Tal versión dice que el nombre de "bambuco" fué tomado de la palabra "bambuk", nombre de un río de la región occidental africana, donde se bailaba un ritmo similar, pero de ninguna manera coincidente con el baile del bambuco colombiano.
Para otros investigadores su origen es chibcha y para otros es español. Y es desde Colombia que llega el bambuco a Centro América, las Antillas y México, debido principalmente a las giras de Pelón Santamarta por esas tierras con su dueto "Pelón y Marín".
En sus inicios el bambuco se interpretó con bandola, tiple y guitarra. Su canto es preferentemente para ser interpretado a dueto de voces, de los cuales han dejado profunda huella por su gran calidad instrumental y vocal.